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31 octubre 2010

Vicios inconfesables: Animal Print

Me iba a meter con Diva por lo que hizo el viernes noche, pero tal vez no sea sabio, por el abuso que puedo a recibir cuando cuente lo mío (nuestro) anoche.

Continúan las celebraciones rituales terapeúticas anti-oh-dear-vienen-los-30, y -primicia, ni ella lo sabía-tenemos a la Fashion in situ. Y ayer ardió Londinium.

La City homogenizada por las fiestukis con sangre, vampiros y zombies no iba a parar a Di. Ante el horror fashionista de la Fashion, soltó las cebras.

Algunos saben lo que esto significa, pero ahora no. No es márketing , es que no me responden las teclas. Seguiremos retransmitiendo.

Tomamos Londinium salvajemente. Take a walk on the wild side. Hay otra manera?


Y prepárense porque se prepara el tour europeo.


30 octubre 2010

Re-volver

Ayer fuimos con Consuerte a ver el especáculo "Re-volver" de Los Morancos en el teatro Principal de Lleida. Nos reímos un montón. Estuvieron unas dos horas en el escenario haciendo "de reír" y la verdad es que lo hicieron fenomenal. Valió la pena.


29 octubre 2010

Semana de blogofestividades rituales

Como todo el mundo sabe, el miércoles mi ínclita hermanita (nunca revelaré su nombre, llamémosla Fashion) cumplió los 30. Ah! la crisis de los 30, los locos años 30, qué tiempos. Algún día divago sobre la mía, disimulando con algún rollo antropológico que encuentre en revistas de folk-sociología atrasadas sobre porqué las mujeres a los 30 y los hombres a los 40 (miedo me da la del Peda, está al llegar).

Centrémonos: sé que algunos divagantes esperan con impaciencia el desenlace de "Mini y la Social Learning Theory. Prácticas", pero la semana de festejos (sencillas nosotras?) blogueros con el objeto de hacer el cambio de década más amable para la pobrecita Fashion me obliga a seguir divagando sobre aquellos maravillosos años, protagonizados por las dos santitas de la foto. Nota: si escribiendo el anterior divague tenía violines de fondo, hoy suenan los acordes de una guitarra eléctrica.

Como el divague anterior era un regalo, hablé de La Yaya. Como este lo sigue siendo (le encantan los regalos), cómo obviar una parte fundamental de su infancia: Vicente. Tenemos un tío llamado Vicente (Tiovín) que dice que lee el blog pero no me lo creo, tamañas son sus habilidades informáticas. Así que sin miedo a represalias, hoy me refiero a otro Vicente, que hizo de nuestras aventuras una road movie. Vicente era mi coche y cuando, a los 18 años compré el carnet de conducir en un chino, las carreteras del mundo se abrieron a nuestros pies. Pisa el acelerador, písalo nena. Pisa el acelerador, vale la pena. Cuando me recuerdo conduciendo en aquella época, sinceramente siento escalofríos.

Vicente era un "Seat 124" con interiores de "Lujo" que compró mi padre cuando yo tenía un año, y que andaba por ahí, esperando a ser heredado. No era "lujo" por casualidad (el Peda siempre me ha odiado por esto, envidia pura. Por esto y por mi coche de pedales infantil, pero esta es otra historia): tenía un tapizado muy fashion, el salpicadero imitaba los de madera de los Jaguar y-atención- en el cambio de marcha había unas conchitas y un pequeño caballito de mar. Qué más se le puede pedir a un coche. A finales de los 80 el pobre ya era vintage (por no decir una pura verguenza para cualquier niña ñoña matriculada en mi rancia facultad). Para mí, el objetivo de un coche siempre ha sido (ahora no tengo) que me lleve de A a B. Nada más. Como decía el padre de Mafalda, Vicente era de los coches en los que lo importante era la persona.

Por las mañanas, de camino a la Facultad, dejaba a mi hermanita en el mismo colegio del paseo de los pájaros que teóricamente cantan bien (no puedo con ningún pájaro) en el que intentaron-sin éxito, está claro-poner a la niña Di en el buen camino. La distancia casa-cole era recorrida en nanosegundos, así era mi conducción. Las curvas eran La Fiesta: aquí la Fashion entendió a una tierna edad las fuerzas centrífugas y centrípetas, y porqué los coches llevan unas asas en el techo.

Vicente nos acompañaba a todos los sitios. Tras descubrir unos cuantos aparcamientos estratégicos en el centro de Vetusta, lo del bus o el taxi al salir del cine a las tantas pasó a la historia. Ninguno de nuestros lugares secretos existe ahora: uno era un descampado cerca del "Canódromo" al que nos daba auténtico pánico volver tras la sesión de 11 a 1. Desde la calle desierta al descampado (como su nombre indica, boca del lobo), corríamos como cosacas recordando al bueno de la peli perseguido que llega al coche y arranca de inmediato. A Vicente, sin embargo, había que quitarle la barra de seguridad (sí, rían). Recuerdo perfectamente la noche feroz que fuimos a ver "Tesis" (Amenábar, 1996), Vicente esperándonos en la familiar y amigable zona "del Oasis" (para el no-vetustiano: sala de representación de variados actos sexuales, interespecies cuentan). "Tesis" es una de mis películas de terror favoritas, una de esas en las que no ves nada, lo imaginas todo, y te mueres de horror por identificación. Lo que corrimos aquel día fué épico. Y luego tuvimos que juntar las camas (se supone que yo, congelada en el "eskijama" rojo por siempre jamás, debo proteger al bebé que acaba de cumplir los 30 por siempre jamás. Así son los roles de familia: estáticos).

Una de las más recordadas aventuras a lá Thelma y Louise ocurrió un verano en el que Vicente et moi tuvimos que ir a rescatar a la Fashion de un pueblo del bajo Aragón donde estaba atrapada por todos sus pecados. Los sensatos parábamos por Vetustilla de la Torre, también en el fondo atrapados por uno de esos veranos largos, lentos, noctámbulos y estrellados. Pero si tú me dices ven, Sis, lo dejo todo, así que ni cortos ni perezosos, Vicente y yo, mano a mano, nos cruzamos el desierto con la música a tope, las ventanillas bajadas y la melena al viento. Una vez que la damisela fue rescatada por su Knight in the Shining Armour (Vicente) y yo (mente de la operación), el retorno a Oz fue apoteósico. Si ya te lo digo, hermanita: there is no place like home.

Con esa leccióna aprendida, se hizo de noche. Con el gran cañón del Colorado, brochazos de rojo incluídos, en el horizonte, y las dos cantando a grito pelado (este es uno de nuestros secretos a voces), llegamos a Vetustilla de la Torre, quién sabe a que horas, y en qué estado. De entrada, afónicas y con polvo en el ombligo.

28 octubre 2010

¿Te Comprometes o Colaboras?

Aunque parece lo mismo, no lo es, no. Hay una notable diferencia y es necesario que ambos interlocutores la sepan para evitar males mayores a posteriori derivados de un malentendido.

A mi, desde que me explicaron la diferencia, no se me ha olvidado.

Veamos:


Un plato de huevos fritos con bacon.




Pues bien en ese plato la gallina COLABORA, pero el cerdo se COMPROMETE.



Clarísimo.





27 octubre 2010

Treinta

Una noche como hoy, hace exactamente treinta años, la niña Di hacía 4 de EGB y repasaba matemáticas, porque al día siguiente tenía examen. Estaba algo nerviosa, pero recuerda todo muy bien. Era de noche, sus padres le dieron un beso, y se fueron. Di se quedó con la Yaya, en la mesa del comedor, repasando problemas de matemáticas.

Luego, una vez en la cama, sonó el teléfono. Era Cebri, el amigo más amigo de la familia, amigo de su padre desde los 14 años. Y dijo que estaba todo bien. Di se durmió toda contenta: fue un milagro, ahora lo pienso, que se durmiera.

A la mañana siguiente fue al colegio. Hizo su examen de matemáticas. Y esperó todo el día, con emoción, con alegría, aquella espera desesperante. Tenía unas ganas terribles de ver a la Yaya, que la vendría a recoger a las 5:30, cuando se acababa el colegio.

Los días que la Yaya, la favorita de Di, venía a buscarla eran especiales: le traía un vaso de leche con Cola-Cao en una especie de tupper que tenía (un precursor de los vasos móviles con tapa que tenemos ahora para los niños), porque "la lecheta" era una institución. Nadie ha hecho ni hará nunca la leche con Cola-Cao como la Yaya: creo que su truco es ponerle azúcar, pero si yo lo hago me sale empalagosa. También le sale una espumita por arriba, como si fuera un capuchino para niños (ahora en Londinium se llaman "babychinos", te los dan en los Starbucks, pero ni de lejos son como el de la Yaya). En esas tardes caminaban un poco por el paseo arbolado de su colegio y a veces iban a una pastelería que ya no existe llamada "La Bella Easo", donde le compraba una media luna con mantequilla y jamón de York o tal vez queso. Con el tiempo, Di aprendió que La Bella Easo es la ciudad donde nació el Pedalista, pero sólo muchos años después.

A veces, en estas tardes con la Yaya, cogían el microbus: como su nombre indica, un bus muy pequeño, donde todos iban sentados. Era como una especie de furgoneta grande con sillones tapizados en azul. Con el microbus iban al centro bien a comprar algo o a visitar a Teresita, la cuñada de la Yaya, una señora que tenía criados, y un precioso acento bonaerense, pese a haber vivido en Vetusta casi toda su vida. La Yaya conservaba bastante de su acento barcelonés y a Di se le iba abriendo el oído a otras entonaciones, a otros acordes. Algunos aún le achacan, mil años después, y algún que otro idioma más tarde, que las palabras que terminan en "d" le suenan a "t", o que dice "sacar" en lugar de "quitar el polvo".


Pero ese día no cogieron el microbus, sino un taxi. Y la Yaya le dio al señor una indicación y la niña Di seguro que empezó a hacer mil preguntas, y la Yaya seguro que las contestó todas, sonriendo. Y mientras tanto la niña Di la miraría como siempre, aún hoy, mira a la Yaya: como la mujer más glamourosa y que mejor huele que nunca ha conocido, ni conocerá. El pasado 18 de Julio cumplió 90 años.

Al llegar al edificio, había puertas automáticas. A la niña Di le hicieron mucha ilusión, pero no había tiempo de entretenerse. Seguro que se fijó en los suelos tan limpios del recibidor, que brillaban casi como un espejo. Y luego tal vez se mirase en el del ascensor, pero el corazón ya lo tenía desbocado, y por el pasillo le faltaba la respiración, y por fin llegaron a la puerta.

Noc, noc. Abrimos, y dimos dos pasos. Una habitación grande, muy iluminada, con ramos de flores. Ahí al fondo, en una esquina me estaba esperando. Pasa, pasa, Di, cariño, mira... Me asomé y la vi: qué preciosa, qué perfecta, la había esperado tanto.

La puedo coger? Y mi madre, todavía en la cama, me sonreía, y mi padre contaba anécdotas de la noche anterior, no sé qué de una navajuela, y la Yaya la cogió y me dijeron: "siéntate en este sofá para cogerla, que es muy chiquitita y hay que tener cuidado... sobre todo con la cabeza... es que es muy tiernecita.... mira, le hemos puesto el mismo jersey amarillo y blanco a rayas que fue el primero que llevaste tú" (y luego llevó Mini). Y seguro que entonces le empecé a cantar algo en el que para mí es el idioma de las nanas, el que nos hablaba la Yaya de pequeñas, en el que aún le canto a mi hija:

Què li darem al Fillet de la Mare?
Què li darem, que li sàpiga bo?
Panses i figues i nous i olives,
i una miqueta de mel i mató.

No es buena memoria recordar perfectamente todo lo que pasó la noche víspera del 27 de Octubre de 1980. Es otra cosa.

Muchas felicidades, Sis. Te renuevo por otros 30.


26 octubre 2010

Jologüín, Jologüei

A mi no me gusta Halloween. ¿Que es eso de ir a pedir dulces de puerta en puerta? ¿Por qué hay que disfrazarse de cosas que dan miedo? ¿Por qué hay que vaciar calabazas? ¿Qué se hace con el relleno? ¿Puré? ¿Sabéis lo mal que huelen las calabazas cuando llevan una vela dentro? Vaya asco. Sólo hay una respuesta a todo eso: Gasten señoras y señores. Consuman. Aprovechemos el tirón antes de Navidades. En cuanto acabe Halloween empezará la campaña navideña, así, sin tregua y otra vez a gastar.

Imagino que nuestros pollitos celebrarán en un futuro Halloween con toda naturalidad. A base de machacar la cosa se hará normal, como ha sido lo de Santa Claus. Mientras permítanme que me cisque en la famosa fiesta de las calabazas y los disfraces.

Puestos a importar, ¿por qué no importamos el Día de muertos mexicano? Hacer unos altares en casa y recordar así a los nuestros, a los que hemos querido y ya no están. Ir después al cementerio, llevando la comida y bebida que gustaba a nuestros difuntos y de paso algo para nosotros. Pasar la noche allí, hablando, cantando, contando historias, comiendo y bebiendo hasta que el cuerpo aguante. ¿No es acaso mucho más lógico?

¿Qué ha sido de la Castanyada? En Lérida (no sé el resto de Cataluña) se celebraba con fervor la castanyada. Se reunían las pandillas de amigos para cenar. Además del menú elegido había, castañas y panellets y por supuesto espirituosos varios. Con eso se hacía la fiesta... ¡menudas fiestas! Ahora las castañadas se adornan con calabazas y murciélagos y los niños tienen que ir disfrazados. No es lo mismo. La castañera ha perdido su protagonismo cediendo paso a la calabaza, que nos invade con un despliegue de productos made in China.

Año a año nos lo van metiendo en la cabeza con calzador. Empezó tímidamente que si unas calabacitas, que si disfraces... Hoy en día ya tienes en cualquier tienda todo un surtido de variedades destinadas a la celebración del día de Halloween y no hay restaurante o tienda de moda que se precie de estar al día que no haya tematizado su espacio, su menú y lo haya intentado adornar (con más pena que gloria) con toda la parafernalia halloweenera: ataúdes, calaveras, gatos negros, telarañas...

Recuerdo hace unos 4 ó 5 años, que estábamos de castañada en un pueblo de Lérida. Unos niños del pueblo, inspirados por la moda yanqui del Halloween, decidieron ir de "Trick or treat" (truco o trato) por las casas del pueblo. Eran las once de la noche y llamaban a los timbres pidiendo caramelos. La gente, asombrada y desprevenida, les daba lo que buenamente tenían en casa: galletas, peladillas de un bautizo, caramelos electorales... en fin lo que podían. Nadie estaba preparado y la fiesta les cogía de sorpresa. Llamaron a nuestro timbre y contribuimos con lo que pudimos. En frente nuestro vivía un señor mayor famoso por ser un cascarrabias. En cuanto vimos que los niños (angelitos...) se dirigían a su casa, observamos como sólo observan los perjudicados por el alcohol, a ver que sucedía.

Los niños llamaron al timbre:

- Ding, dong!!

- .................

- Ding, dong, ding dong!!!!

- ...................

- Llamad otra vez!!! - les dijo uno de mi pandi que es malo malísimo - Está un poco sordo...

- Ding dong, ding, dong, ding dong, din dong!!!!

Se abrió la puerta y apareció el Señor en pijama y con cara de malas pulgas.

- ¿Qué queréis?

- Es noche de Halloween, ¿nos da caramelos? - decían los niños con cara de buenos.

- Ni Jologüín, ni joloüei!!! ¿De dónde coño voy a sacar yo caramelos a estas horas?

Y les cerró la puerta en las narices.

Ni que decir tiene que en nuestra pandi, lo de "ni Jologüín, ni Jologüei", se convirtió desde entonces en una famosa coletilla que repetimos cada años cuando los inocentes niñitos llaman a nuestra puerta cuando celebramos la castañada.






25 octubre 2010

Dame el pecho

O lo que es lo mismo en catalán: "Dona´m el pit". Asi rezaba la camiseta que llevaban el sábado los Castellers de Lleida.

Para los que no los conozcáis, los Castellers son esas torres humanas que realizan las collas (pandillas) y que suelen estar formadas por varios pisos de una o varias personas y coronadas por algún niño o niña denominados "anxenetas". Son típicos en Cataluña y a pesar de vivir en Lérida, no había visto ninguno en persona.

El sábado fui a devolver unos vaqueros de Nina a una tienda y me encontré con una actuación castellera en la plaza de la Paería. La Paería es como se llama al Ayuntamiento de Lérida y en ella está el Alcalde (Paer en cap). Lamenté no llevar conmigo una cámara en condiciones porque el marco valía la pena. La fiesta daba para unas fotos preciosas. Aún así hice lo que pude porque siempre llevo una cámara en el bolso. El ambiente me atrajo enseguida y aunque tenía el coche tentando a la grúa, me dio igual. Había dos collas castelleras además de la local. Las visitantes eran de Tarrasa y de la Vila de Gracia. Cada una con su grupo de músicos que tocaban, tambores, grallas (parecido a la dulzaina aragonesa) y otros instrumentos, creando ambiente. Pero divago. A partir de aquí ruego no se me tengan en cuenta la terminología que use y que intente describir lo que ví. Es fruto de mi total ignorancia sobre el tema castellero.

Dona´m el pit decían y yo no entendía nada hasta que empezaron a formar un castell (castillo). Los que  formaban la base del castillo, se empiezan a arremolinar con las manos en la nuca, pecho contra pecho en muchas ocasiones, de ahí la frase. Supongo que así intentan dejar el menor espacio posible entre ellos para hacer más sólida la base. De pronto hay varios que se ponen de rodillas en el suelo y sirven de escalera para los que van a subir. Los de la base levantan las manos y sujetan a los del primer piso. A su vez, los de la base, están ayudados por contrafuertes humanos. Como una piña. Poco a poco el castillo empieza a tomar forma, a medida que sube la gente y se va colocando, sujetándose entre ellos con los brazos. Es curioso ver como todo cumple su función. Para subir colocan los pies en los fajines de los que forman los pisos inferiores. Los últimos en subir, son los que menos pesan, los más pequeños. El o la última es la anxeneta (ahora van con casco a raíz de algún desafortunado incidente) que es la que corona el castillo y da por finalizada la actuación. Comienza entonces el desmonte del mismo. Lo deben hacer rápido pero suave. No está bien que se caiga el castillo. Además se pueden hacer daño. Todos los que formaron ayer, por lo menos los que vi yo, tuvieron una ejecución impecable.

Al final de la actuación, formaron cuatro castillos en los que sólo había una persona por piso. Desmontaron tres de ellos y el cuarto se fue acercando hasta la ventana del ayuntamiento. A continuación todos los anxenetas que habían participado, subieron por el castell a modo de escalera y el alcalde, apostado en la ventana, los iba recogiendo uno a uno en brazos. Estuvo muy simpático. Espero que les preparara buena merienda.

Así como opino que la sardana es un auténtico coñazo. Una actuación castellera vale la pena.









 











24 octubre 2010

MIni y la Social Learning Theory: Divague de los Divagues

Cuando la noche del viernes me puse a contestar a comentarios del divague del día "Mini y la Social Learning Theory: Teoría" me di cuenta de que si le daba a "publicar" iba a parecer que no tengo nada mejor que hacer un viernes por la noche que escribir "À la recherche du temps perdu, versión divloguera", así que me lo guardé para hoy, con la esperanza de ser visualizada en la cresta de la ola de Londinium La Nuit y que lo escrito ha sido el sábado a mediodía, tras varios Alka Seltzers. Por (des)orden, por temas:

NaN o el tema gráfico o te cuento luego
NAN, la foto es una pared en Notting Hill, la hice en el pasado carnaval. El tema de las pegatinas no sé si vas por el lado político (así lo he interpretado) te lo contesto al final.


NIñO o mis problemas con casi todas las lenguas
NIñO, tienes toda la razón, "reinfuerzo" no existe en la RAE, pero me parece que "refuerzo" no es exactamente los mismo que "reinforcement". Sin razones, no sé, a veces lo sientes así. En mi defensa diré que Txelos también la metió en su post, y él no tiene excusas porque aprendió inglis con el de "follow me". Luego me aclaró que era un homenaje.

DRA ANCHOVIE & ANI o teoría versus praxis
Lo que he contado es, como decís, la teoría. Al final he intentado dejar emntre líneas lo difícil q es poner la teoría en prática. Pero además de la teoría es La Verdad (tómese con toda la ironía con la que lo digo, plis, que luego los hay q me toman literal). Quiero decir que si hay un tema q es "evidence-based" (o sea, certificado por estudios con potencia suficiente) en psiquiatría/psicología es la Teoría de Aprendizaje. La extinción que describo, por ejemplo, existe, no es una opinión (así como "la madre esquizofrenogénica" era una invención/opinión de algunos psicoanalistas, sin ninguna base científica). Esto es casi tan serio como que 2+2=4.

DRA ANCHOVIE, NAN y de rebote VIVEIRO o el "porque lo digo yo y ahora te comes las pegatinas"
Estoy muy de acuerdo con el "porque lo digo yo", pero eso no va en contra de la Social Learning Theory. El "porque lo digo yo" está relacionado con los estadios cognitivos de Piaget. Me explico: Piaget dejó claro que los niños no son "adultos pequeñitos", sino que su mente pasa por unas fases (cuatro) en las que se desarrolla desde estadios sensoriomotores del bebe hasta el estadio operacional formal, en el que, por ejemplo, se es capaz de hacer operaciones abstractas. Ello quiere decir que, por ejemplo, si tu niño de 6 años no quiere ir a visitar a Los Plómez, tú no puedes entrar a explicarle que "es que tenemos un compromiso porque él trabaja en la oficina del aitá y entonces si el aitá se mete en su grupo de trabajo puede obtener una promoción que además implicaría que..." Un niño no entiende eso, no entiende ni lo que es "tener un compromiso". Y ahí entra el "los aitás han decidió que se va a los Plómez. Punto".
Porque aparte de la Social Learning theory hay otra llamada la Systems theory que describe que en las familias los padres están arriba y los hijos abajo. El hijo no toma las decisiones, hay unos límites claros, y cuando se borran, problemas. Cuando los hijos van creciendo hay que ir por supuesto adaptando las explicaciones a su nivel cognitivo, y escuchándoles siempre que sea razonable, pero teniendo claro esa estructura. La casa es tuya y mandas tú. Le veo potencial a ese nuevo plato "pegatinas con vanias".

DIVA o no me salen los números
Evidentemente la teoría que he descrito se complica cuanto mayor el número, pero los principios son los mismos. Uno puede tener un solo hijo muy complicado y varios menos. Lo que cualifica a la gente como padres no es en mi opinión el número de hijos, es otra cosa.

CLAUDIA o Ponte en su piel
Muchas gracias por tu enlace CLAUDIA, muy bonita tu visión desde la niña a la que sus padres someten a una "star chart" para controlar el pis por la noche, y ella no entiende nada. Por que mis padres solo me dan besos cuanod no me he hecho pis en la cama? se pregunta. A ver, creo que ese problema se subsana dando continuamente besos y abrazos y elogios a tu hijo, incluso cuando están haciendo cosas que parezcan triviales.

Sobre el ejemplo concreto, el origen de la enuresis no está del todo claro, y yo usaría star charts más para comportamientos conscientes (funcionan muy bien para por ejemplo hacer que pidan pis de día, para que un niño coma fruta, etc.). Se sabe q la enuresis no esta originada generalmente por problemas psicológicos, sino q se suele transmitir genéticamente.

De todas formas, sobre el tema más amplio del conductismo como traumatizador, es mucho mas traumático para un niño no poder hacer cosas q los comportamientos problemáticos no les permiten (e.g. un niño con miedo a la lluvia q no puede salir al parque cuando ve una nube). Y otro principio de las "star charts" es que el niño pueda, a su manera, entender de qué va. Una niña de dos años ya entiende que tres estrellas y tiene una gominola (le dibujas tres estrellas debajo, y la gominola, y cuenta contigo "una-do-tes!")

ABABOL o el infatigable
ABABOL, igual para ti no es la 37, igual tú perseveras mucho y es la 337. Para otro igual es la 7. Lo q es evidente es q al final, el comportamiento se extingue. O te extingue a ti.

ANONIMO IMPERATIVO o mejor el presente continuo
Y, last but nor least, ANONIMO. Los imperativos, tras unos cuantos, acaban siendo lo mismo: si no se les sigue con una consecuencia, nada. Como he dicho arriba, la social learning no dice que no haya que dar imperativos, pero sí q si tras el imperativo no tienes un reinfuerzo positivo para el chaval, el chaval volverá a repetir el comportamiento por (miedo? si esa es la consecuencia) delante tuya, pero cuando te vas, hará lo quiera. Por ejemplo, si a tu hijo adolescente le elogias cada vez que le ves con un libro y le regalas libros sin motivo aparente (reinfuerzo positivo) es mucho más probable que lea cuando no estás tú (porque habrá aprendido q es algo con lo q se siente bien, porque sus padres lo valoran) que si le das el imperativo "lee", sin más.

NAN o las pegatinas malvadas
Siguiendo con esto, NAN, las pegatinas: Cuando uno nace, antes de ser socializado, es egocéntrico (Piaget debe decir en qué punto deja de serlo y empeieza a darse cuenta de uqe no es el centro del cosmos). Se necesitan de pegatinas (o cualquier otro reinfuerzo positivo R+) para potenciar comportamientos, porque funciona mejor la zanahoria que el palo.

Y son precisamente los niños q han crecido con muchas zanahorias (R+, elogios, derechos ganados, etc.) por contraposición a los q han crecido con palos (R-, castigos) los q tienen más posibilidades de seguir haciendo lo deseable porque sí, no porque los están mirando. Y esta gente es la que queremos a nuestro alrededor, no los listos que sólo hacen lo que hay que hacer porque los miran. En las sociedades autoritarias, las del "imperativo", prevalece la picaresca y el engaño como algo aceptable porque cuando papi dejó de mirar, yo seguí haciendo lo que quise.

No será casualidad que en sociedades con mucha más tradición democrática, como el Reino Unido, en líneas generales, esta picaresca y aceptación de la deshonestidad no sea algo tan generalizado como en otros lares...

23 octubre 2010

Let´s dance


Eso, baila, ¡Bailemos! dejémonos llevar, sintamos la música, el ritmo... ¡Agitémonos! Como cuando éramos niños, sin complejos, sin medida, sin pautas...  ¡Baila! Porque sí, porque estamos vivos, porque nos apetece, porque disfrutamos como enanos, porque nos hace sentir bien, porque es un ejercicio fabuloso, porque te levanta el ánimo, porque te gusta, porque te pone a tono. ¡Saltad!  ¡Brincad! ¡Sacudir los brazos y la cabeza! Dejaros caer y a empezar de nuevo. Siéntete libre, lleno de energía, optimista, alborotado, desbordante de alegría y muévete, como quieras, ¡Move! Muévete, muévelo, como sientas, hazlo tuyo,  que sea tu baile, da igual como, lo importante es hacerlo. Do it!

Dance!


22 octubre 2010

Mini y la Social Learning Theory-Teoría

Todos los padres y madres que han leído libros de aquello conocido como "parenting" (eso del educar a tu vástago) saben que sus principios se basan en la Social Learning Theory. En una línea: la gente aprende comportamientos tras observar las consecuencias de los mismos. Siguiendo sus principios, podemos incrementar un comportamiento deseable de nuestra hija, o disminuir, hasta extinguir, el comportamiento insoportable de nuestro sobrino. Veamos algunos ejemplos.

A. Si queremos aumentar la frecuencia de un comportamiento, o bien potenciar otro no existente, podemos hacer dos cosas:

1. Aplicar un reinfuerzo positivo (o sea, algo agradable, un premio)
Por ejemplo cada vez que Poppi se recoge su ropa le das una estrella-pegatina, una gominola, un beso, un elogio, etc...

2. Quitar un reinfuerzo negativo (quita algo percibido como malo)
Por ejemplo, si Pepito se ha comido todo en la cena sin moverse de la mesa, le podemos dejar que se quede levantado un rato más (quitamos lo negativo-irse a la cama pronto) y es más probable que al día siguiente cene bien.

D. Si, por el contrario, queremos que un comportamiento disminuya,podemos:

1. Aplicar un reinfuerzo negativo (darle algo malo, castigar)
Por ejemplo, Ricardito le pega una torta a su hermanita, y lo mandas a "Time out" (castigado a su habitación)

2. Quitar un reinfuerzo positivo (quitar algo que le gusta)
Por ejemplo, Gracita no se quiere sentar en su silla, y le quitas el "baby Mozart" que le gusta tanto hasta que se sienta en la silla.

Pero las cosas a veces no son tan sencillas. Y aqui entra el concepto de "atención", que suele ser un Reinfuerzo positivo (o sea, de los que hacen que un comportamiento aumente). Partamos del principio de que un niño siempre quiere atención. Lo ideal es darle "atención de la buena", que consiste en hablar con él, elogiando lo que hace ("me gusta ese color que has escogido para el dibujo"), describiendo lo que hace ("estás jugando muy bien con tu lego") y demás. Con esa atención positiva, no sólo ayudamos al cerebro del niño a que se desarrolle, sino que además estamos plantando las semillas de la autoestima: soy un ser por el que mis padres se interesan, soy un ser digno de amor. Evidentemente, esta atención cuando el ninio hace cosas que queremos que siga haciendo es claramente un Reinfuerzo Positivo: el ninio va a repetir aquello que hemos elogiado, o lo que le hemos puesto una pegatina.

Sin embargo, cuando el niño no consigue esta atención positiva (hay muchos padres que se sienten incómodos, quizás porque ellos mismos recibieron muy pocos elogios cuando estaban creciendo), cualquier atención le sirve. Estamos genéticamente "programados" para buscar que nos atiendan, que nos cuiden: es una herramienta de supervivencia. Entonces el niño empieza a correr por el pasillo, grita, rompe algo... el padre aparece y le grita, se enfada, se sube por las paredes. El niño ha ganado: ha conseguido la atención. Esa atención (aunque en forma de bronca) ha sido un Reinfuerzo Positivo de nuevo: el ninio va a seguir montando bronca, y, seguramente repetir lo que ha hecho.

Qué hay que hacer cuando quieres que un comportamiento disminuya? Quitarle todo Reinfuerzo positivo, en este caso la ATENCIóN. O sea: tienes que ignorarlo. Por ejemplo, cuando un niño berrea porque le has dicho que no puede hacer X, evidentemente si le das X aprenderá en nanosegundos que esa es la manera de obtener lo que quiere. Si te lías a echarle la bronca diciéndole que se calle, el niño está con ello obteniendo tu atención. Si ignoras los berridos, el niño tarde o temprano aprende que no hay nada que hacer, y deja de berrear. El proceso en psicología se llama "extinción".

Un ejemplo ilustrativo de la extinción es la máquina que vende refrescos. Si pones dinero y no sale nada, le darás al boton 37 veces, pero a la 38 te irás: te das cuenta de que no merece la pena seguir con el comportamiento, porque no obtienes nada. Sin embargo, si le das una patada a la máquina y por casualidad te sale la bebida, entonces, qué aprendes? que dando patadas te salen las bebidas (que berreando te dan X). No es una buena idea que aprendan esto.

Bien, con toda esta artillería pesada en mi haber, me lanzo en un concurrido bus londiniumense cada mañana con Mini. Toda la teoría y los principios están en mi cabeza: tengo claro qué es lo que tengo que hacer, pero... qué pasa?

Continuará...

21 octubre 2010

News stories in photographs

A veces tengo ganas de fotos y me voy directa a la página de The Big Picture del Boston Globe.

 Hace mucho tiempo que descubrí este blog y cuando me acuerdo y tengo ganas de ver algo diferente, recurro a él y disfruto. Las fotos provienen de fuentes como Associated Press, la NASA, Reuters y también de fotógrafos profesionales que las ceden para su publicación.  El moderador del blog, Alan Taylor, suele publicar los lunes, miércoles y viernes una serie de fotos acerca de un tema concreto. Luego, como en todo blog que se precie, la gente comenta.
A veces son fotos actuales, otras muestran temas menos conocidos, pero no por ello menos interesantes. Muchas tienen un aire a National Geographic o a la revista Geo. No sólo son fotos bonitas, originales, técnicamente buenas... que lo son, sino que cada una de las colecciones, cuenta una historia, muestra otro lado y te sitúa allí. Sólo por eso valen la pena.

Por cierto, me ha parecido impresionante la última foto de esta secuencia en la que aparecen el lider norkoreano Kim Jong y su hijo. Un poema.

20 octubre 2010

El entierro prematuro


Sleep, those little slices of death;
Oh how I loathe them.

Como ya dije, no leí "Treasure Island" ("La isla del tesoro") cuando se debe, pero sin embargo devoré "Narraciones extraordinarias" ("Tales of mistery and imagination") en Octavo de EGB, cuando una debe leer a Poe. Recuerdo que todo el libro me causó una gran impresión y, de todos los relatos, el que recuerdo con más nitidez es "The premature burial" ("El entierro prematuro"). Aquello era horror en estado puro: ser enterrado vivo, como el protagonista del relato, que tiene una enfermedad que le hace quedarse en un estado catatónico que puede ser interpretado como muerte.

Antes de contarnos su historia, el protagonista describe unas cuantas de casos clínicos de sufrientes de esa misma enfermedad, detalles de cómo fueron enterrados y... encontrados. En un caso, un enamorado fue a velar el cadáver de su amada, en estado de negación sobre su muerte, y entonces ella despertó de su catatonia, y fueron felices y comieron perdices. El narrador pasa entonces a hablarnos de su obsesión con su propia enfermedad y con los preparativos para poder salir de la tumba: parece tener claro que es una cuestión de "cuando" y no de "si". En su panteón familiar, por ejemplo, instala una campana, para poder alertar al mundo si despierta allí. Pero, evidentemente, Poe siendo Poe, el narrador no va a tener la suerte de despertar en su panteón familiar, porque nunca sabemos dónde nos puede esperar la muerte, o, en su caso, el estado catatónico.


Pasados los años descubrí que Poe era uno de los autores favoritos de Simply The Best, Julio Cortázar, y que lo tradujo al castellano (traduttore traditore en este caso?). Debe haber unas cuantas tesis doctorales por ahí comparando relatos de uno y de otro, estudiando influencias: por ejemplo paralelismos entre mi relato favorito del Gran Cronopio "Casa tomada" y el de Poe "The fall of the house of Usher". Influencia también de Poe en Melville, como dije el otro día divagando sobre Moby Dick, con "The narrative of Arthur Gordon Pym", con el blanco como horror.

También descubrí al Poe poeta, al que ya conocía, sin saberlo vía Radio Futura desde hacía muchos años...



It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.

Pero hay que ver lo que divago. Toda esta introducción para hablar de una película que no he visto, pero que, al leer las críticas me recordó a Poe. En el festival de Sundance una cinta titulada "Buried" ("Enterrado") ha sido un éxito. Está dirigida por Rodrigo Cortés, un director de Orense que ha recibido muy buenas críticas por lograr que ver a un tipo encerrado en un ataúd, con un móvil durante 90 minutos sea una experiencia.

No he visto la película (lo cual, como se sabe, no es óbice para que yo divague sobre ella: terrible). Al Pedalista no le gusta el terror/suspense y a mí, que me gusta si la peli es buena, me da auténtico pavor, luego le doy la brasa durante las dos horas en plan acoso y pellizcos. Por la noche, la gracia sigue (tras "Ringu" (Hideo Nakata, 2000), tuvo que acompañarme al baño). La conversación en el cine cuando se abre el telón y hay algún tipo de miedo/ansiedad envuelta siempre ocurre una conversación ritual en la línea de "no me has avisado". Siempre le aviso, pero olvida.

Así que técnicamente le podría arrastar al cine a ver "Buried" y luego no se acordaría de ninguna conversación. Pero el otro día me pasó algo. Como he contado algunas veces, escucho un programa de radio de la BBC en podcast en el que hablan de cine cada semana. El crítico es una risa y su fluidez verbal me sigue dejando pasmada (aparte de sus conocimientos). Hablando de "Buried", contaba que estuvo toda la peli agarrándose del brazo de otro crítico, que hiperventilaba, que miraba la puerta pensando en escapar, que se tenía que recordar "estás en un cine, no hay problema, Ryan Reynolds es un actor" etc, etc. Y cuando acabó de hablar, como siempre, pusieron un corte de la película.

¿Dónde, de todos los lugares de mi rutina diaria, podía estar yo cuando escuché el corte de un tipo respirando a toda velocidad, gritando, desesperándose en una llamada telefónica donde le querían poner "en espera" cuando les decía que estaba enterrado vivo, no sabia dónde, y que necesitaba ayuda?

Bingo.

A muchos metros bajo tierra: en el metro. Perdón, no en el metro, metro que están imaginando. Imaginen el metro de Tokio, el del DF. Elevénlo a tres y tienen la línea más mogollón de todo Londinium, que a las 8:30 está en máximo apogeo. Sardinas en lata no es una metáfora que le haga justica, porque éstas por lo menos tienen el tórax a un lado y la cola en otro. Aquí es auténtico puré de personas recién duchadas (se agradece), todos con sus cascos, escuchando a Bach, Arvo Part, The Killers. Menos la mendas, que está escuchando a un tipo hiperventilar como loco (ah-ah-ah-ah-ah) y hablar muy deprisa, y el metro no se mueve (ah-ah-ah-ah), parece que estamos parados entre estaciones, y parece que me falta aire (ah-ah-ah-ah), y si me agarro del brazo de este de al lado, y esto es un metro, ahí esta la puerta, no hay problema, Ryan Reynolds es un actor, y....

19 octubre 2010

La peli del Facebook

Por fin. A la segunda va la vencida: el sábado por la noche, tras una lucha con codos y dientes, conseguimos unas entradas para ver "The social network", la peli sobre la creación de Facebook dirigida por mi admirado David Fincher, que ha hecho antes cosas como "Seven", "The Fight Club" o "Zodiac". La sala grande de mi cine local hasta arriba me recordó aquellos momentos gloriosos de cine comunitario en, por ejemplo, El Coliseo o el Teatro Fleta de Vetusta.

Formalmente, si te gusta la fotografía, Fincher suele ser una buena apuesta. Sus imágenes siempre sorprenden (aunque sólo sea por los títulos de crédito merece la pena ver "Seven") y la verdad es que rodar una peli sobre tipos programando en una habitación y más tipos debatiendo alrededor de  una mesa de una manera visualmente original es un reto.  Creo que tiene momentos interesantes, pero no es lo fundamental. Para mí, lo más importante ha sido las cosas que he aprendido de un mundo que desconocía y, sobre todo, el interés por conocer más de Mark Zuckerberg, el (presunto) creador de Facebook.

El mundo desconocido, ese planeta donde nunca he estado es el microcosmos universitario americano, en este caso Harvard. Todo parece excesivo y te preguntas qué has hecho con tu vida. El factor "estuve allí" es lo que importa a este grupo de gente con la que cuesta empatizar: niños de élite que visten la ropa de la línea que la propia Harvard ha sacado y que se desmelenan en fiestas apoteósicas.

Dentro de ese mundo hay un submundo, o tal vez supramundo: los "final clubs". Se trata de organizaciones sociales elitistas que se iniciaron hace más de 100 años, a las que a la gente que le va cierta marcha quiere pertenecer. Hay ocho Final Clubs que son únicamente masculinos, y hace poco se han iniciado cinco femeninos. Hay algún otro con finalidades no meramente sociales sino por ejemplo, literarias, pero lo fundamental es la idea del "boys club" donde uno empieza a hacer los contactos necesarios para la vida de verdad, dentro de diez años, ahí fuera, en la jungla. Está claro que estos chavales son los que van a cortar el bacalao y, como reza el dicho "when you are not working you are networking" ("cuando no estás trabajando, estas haciendo contactos"-laborales, se entiende). Los ritos iniciatorios para pertenecer a los "final club" asustan casi tanto como las novatadas de la mili. Desde la vida adulta, imposible no preguntarse si una se hubiera dejado abusar así para pertenecer a ningún grupo por muy cool que fuera, incluso a esa edad. Inevitable también recordar a Groutxo "no pertenecería a ningún club que me aceptara como miembro". El que la flor y nata de la sociedad disfrute de humillar a los novatos como esos chicos de la underclass en el ejército es revelador.

La imagen que Fincher da de Harvard es increíblemente machista: las chicas están matriculadas, sí, pero son tratadas como floreros y mercancía sexual. Llevan bragas con el nombre de su universidad bordado en el culo, estilettos imposibles y hacen fila ante el "final club" masculino de turno para acceder a su fiesta. Ninguna  parece un modelo a seguir, tal vez la única mujer en toda la cinta que tiene dos dedos de frente es la novia de Mark Zuckerberg.

La conocemos en la primera escena, y poco más. Pero la conversación que mantienen resulta fascinante para cualquiera que le interese medianamente esto de la mente humana. El diálogo deriva en discusión, y segunda derivada,  en ruptura. En esos minutos el espectador atisba medianamente lo que debe ser vivir en la mente de Zuckerberg: un tipo con un Coeficiente Intelectual de otra galaxia, y con las habilidades sociales de un paramecio.

Mark es concreto, no puede entender porqué la gente hace cosas que él considera ilógicas. Cuando se apasiona con un tema, va a por él. Hijo de una psiquiatra y un dentista (de origen judío, pero él se considera ateo, como buen judío y como típica persona de alto CI), ya en el colegio destacó en áreas donde la lógica y los códigos son indispensables: latín y griego. Un pasito y a programar. Hay muchas escenas de Mark escribiendo códigos para Facebook con sus cascos frente a la pantalla del ordenador como en trance. "I'm wired", dice ("estoy conectado", pero casi es "cableado", sus axones neuronales entrecruzándose y formando parte del hardware del ordenador). Lo mismo el resto de los programadores: la capacidad de concentración, de abstraerse del mundo y de preocuparse solo de su "misión" de esta gente no tiene nada que ver con la del resto de los mortales. No le importa el dinero: Mark to que querría es ligar más y ser normal, no un friki. A estos comportamientos, unidos con la incapacidad para tener una “theory of mind”(ponerse en la piel de otro) a veces se les agrupa bajo la categoría de “Síndrome de Asperger”.

El guionista Aaron Sorkin dice que intentó tomar un punto neutral al escribir, sin que por su parte hubiera “buenos o malos”, pero que venga alguien a decirme que no ha experimentado sentimientos fuertes hacia los hermanos Winklevoss, las antípodas de Mark. Como único dato compartido con Zuckerberg, los Winklevoss también destacaron en las clásicas en el colegio (le dan importancia al latín en los colegios privados de élite en los Estados Unidos mientras en nuestra pequeña península está siendo relegado a tercera fila? Interesante). Los Winklevoss son gemelos idénticos, altos, rubios e hijos de catedrático. Son el epítome del WASP, y además, reman (no pregunten por sus deltoides, arf). El nivel es olímpico, y no es metáfora: vendrán a Londinium en 2012, y, pese a las espaldas, estaré a abuchear. Porque lo importante es que este (vaya) par de gemelos no han perdido en su vida: la batalla que mantienen con Mark, feo, pequeño, raro (nerd) puede ser la primera en la que sean vencidos, y eso duele.

Sorkin dice que los grandes temas de "The social network" son tan viejos como la historia de la humanidad: envidia y admiración, traición y honestidad, falta de habilidades sociales y "ser el alma de la fiesta", carisma y aspirador-de-carisma, ganar y perder, competir y cooperar, ser distinto y conformar... Dice que Shakespeare, Esquilo y sófocles podrían haber escrito este guión "pero como no estaban disponibles, lo hice yo".

No hay nada nuevo bajo o el sol. Pero a veces bajo las nubes te encuentras con alguna sorpresa.

16 octubre 2010

Semanus horribilis

Cuando una cree que las cosas no pueden ir peor, cree mal. Como consecuencia, esta semana mis niveles de estrés se sienten a mi alrededor: emito una banda magnética de energía aguda. Aviso: esto no es un divague, esto es un vómito que espero no salpique mucho. A ratos nos reímos por aquello del refrán "no sé si reír o llorar" o por lo surrealista de la situación, pero también teniendo claro que estos problemas hay que verlos con perspectiva: no son problemas de Verdad, de los serios, con mayúsculas.  Son menudencias (que me van a costar mucha pasta, eso sí,  pero lo que se arregla con dinero, etc). De todas formas, tengo ganas de gritar.


PROBLEMA 1: LA OBRA DEL PILAR
Como todo el mundo sabe, estamos de obras. Seguimos en obras. En presente continuo.  Esto en sí mismo es ya agotador, pero empeora cuando te dejan tirado a mitad de tema. Pepa, el senior checo que nos lo hace me dice que "esas baldosas que has comprado no las pongo porque son muy grandes. Requieren una cortadora especial y no la tengo. Tendréis que comprarla".

Comorrrrr? Nosotros? A ver, no nos podías haber dicho antes que no comprarámos baldosas de 60x60? "En 16 anios que llevo en este negocio nunca me había nadie comprado baldosas tan grandes". Pero, existen, no? No sería mejor que nos lo hubieras dicho? No, y ríe. El hombre no lo pilla.

Total que a toda prisa hay que encontrar un "tiler", y en eso estamos. Hoy han venido tres a mirar para presupuestar. Estaba mi padre, que no habla inglés. Luego, en la cena: "pero quién era Tim, el gordo o el de sombrero con pendientes? Todos los precios astronómicos.

Y a otro que se lleve el escombro. Pongo una pregunta en internet y el móvil del Peda. Le llama uno y el Peda cree que es uno de baldosas. Le empieza a hablar de las baldosas mamut que hemos comprado. El tío le dice, cabreado: "YO ME LLEVO BASURA, ENTIENDES?".

FRUSTRACIÓN 1: PELI SOLD OUT
El miércoles vamos al cine a ver la última de Fincher (me gusta, es muy visual) "The social network". Al llegar, todo vendido. Vuelta pa'casa.

ROTURA 1: CARRITO DE MINI
Lleva kilómetros, hay que decirlo. Lleva países, lleva muy mala vida. El martes al subir un escalón hizo "CLACK", y se rompió un hierro que tiene pinta de muy fundamental. Un hierro que es aluminio ergo (he aprendido) no se puede soldar. Carrito a la basura. Compramos otro? Hasta cuándo tienen carrito? (importante uso= poder comer en restaurantes cuando Mini por fín se duerme la siesta, tambien como amenaza si se tira al suelo, en fín, que os voy a contar...)


TOCAPELOTAS 1: MALDITOS ROEDORES
Es bien conocido que en las casas victorianas de Londinium hay ratoncitos. Son enanos pero pérfidos. Algún día contaré mi subidón de adrenalina dándole escobazos a uno (Platoon una mierda). Hace mucho que no los veíamos, pero HAN VUELTO (voz Poltergeist). Intentamos al principio métodos amables tipo un atraparratones vivos, para que no sufran. No entran. Mi padre recomienda un cepo clásico, que no falla en Vetusta, y nos da uno, más que clásico, vintage. Los malditos roedores londiniumenses se comen el queso que hay alrededor pero no el del cepo. Como dice mi sis "estamos criando un ratón". La otra noche, en la quietud de la sala (todos durmiendo, el Peda con las fuerzas vivas celebrando la hispanidad) mientras divagaba el tío salió tan campante a pasear en plan ancha es Castilla. Intolerable. Las fuerzas vivas, a mí.

MEGARROTURA 2: OBJETO TRANSICIONAL PEDALISTICO
El Peda se carga el jueves, en medio de una pataleta de Mini, su objeto tótem: el iPhone. El cristal ha quedado como el de esa relojería de Vetusta, con un disparo. El pobre está desolado: estaba tan attached! Mientras escribo, llora y le pone un celo.

TOCAPELOTAS 2: MALDITO DENTISTA
Me ha cancelado cita dos veces consecutivas. Es un tipo que me fascina por su pluma extrema, y porque tiene una pantalla plasma en el techo de cada sala. A mí nunca me ha puesto nada, me parece un desperdicio. Podría mirarle hablar por horas, pero me fastidia que me esté siempre cancelando, seguro que para no perderse la Milán Fashion Week o similar.

FRUSTRACIÓN 2: SINGALONG SOLD OUT
Decidimos con el equipo ir al Singalong de "Rocky Horror Picture Show" en el Prince Charles Cinema para Halloween. Es una peli de culto de los 70 que dan de vez en cuando y la gente va disfrazada y canta siguiendo los subtítulos en las canciones.  Llamamos para reservar y, como suele pasar en esta isla superpoblada, ya está todo el pescado vendido. Aquí os va una de las canciones enloquecidas de la peli, que por cierto, también inicia una de las pelis más delirantes de Almodóvar (la primera, "Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón")...




Siguiendo el divague de Moby-Dick del otro día, me voy a hacer a la mar.

15 octubre 2010

Percepciones


A un hombre de unos 70 años le está entrevistando un periodista.

El hombre entrevistado se expresa del siguiente modo:

 
Soy hijo de exiliados. Hasta los 27 años y poco antes de la transición no pude volver a España por culpa de Franco.

A mi padre, pobrecito, no sabíamos ni dónde enterrarlo. Mi madre estuvo muchos años en silla de ruedas.

Ahora tengo 70 años.

Hace meses me sacaron el 30 % de un pulmón.

Mi mujer es inmigrante y tengo tres hijos con ella. De los tres sólo trabaja una, la del medio,... pero no cobra nada.

Todos, incluidos los nietos, viven de mi asignación. Y yo sobrevivo gracias a las ayudas estatales y algunas donaciones.

La mayor se acaba de divorciar. Mi yerno se daba a las drogas y al alcohol y la ha dejado con dos niños.

El pequeño de mis hijos aún no se ha ido de casa y además se ha casado con una divorciada y la ha traído a vivir con nosotros. Esa señora antes trabajaba, tenía muy buen puesto, pero desde que vino a mi casa ya no hace nada. Ahora tienen dos niñas que también viven bajo nuestro techo.

Y para colmo este año, con lo de la crisis, casi no nos hemos podido ir de vacaciones y si me apuras... ni he podido celebrar que España ha ganado el Mundial.
 
El periodista pone los ojos muy redondos y comenta:

Bueno Majestad, no creo que su situación sea tan mala... 

14 octubre 2010

La pasión, la ballena

"Whenever I find myself growing grim about the mouth...whenever it is a damp, drizzly November in my soul; whenever I find myself involuntarily pausing before coffin warehouses, and bringing up the rear of every funeral I meet; and especially whenever my hypos get such an upper hand of me, that it requires a strong moral principle to prevent me from deliberately stepping into the street, and methodically knocking people's hats off -- then, I account it high time to get to sea as soon as I can. This is my substitute for pistol and ball".

Este es uno de los mejores comienzos de novela de la historia de la literatura. Habla  de una forma de desesperación y su cura: hacerse a la mar. Ishmael, el narrador (no me atrevo a escribir "protagonista", porque la prota es otra) nos habla del "húmedo Noviembre, ese de la lluvia fina en el alma", y desde este primer párrafo, nos roba el corazón.

"It is not down in any map; true places never are".

Una de las cosas más bonitas que te pueden ocurrir cuando lees una novela es recordarla para siempre enmarcada en el lugar y las circunstancias en las que la leíste. Recuerdo leer "Drácula" de Stoker al poco tiempo de llegar al UK, y tener que salir a medianoche de casa sola absolutamente aterrorizada por la silueta del vampiro. Leí Moby-Dick en Mayo del 2003, vivía en Londinium, en este mismo sofá. Mis amigos más cercanos sabían que lo estaba leyendo porque no podía dejar de hablar de él. Se convirtió en "la ballena": "cómo vas con la ballena?" era la pregunta. Una de las grandezas de la novela (y tiene muchas) para mí es cómo Melville nos transporta a un lugar y tiempo mágico, que no está en los mapas. Los lugares de verdad nunca están. Mientras te dure el libro, estarás en pos de una ballena casi con la misma pasión que el capitán Ahab.

"Aye, Starbuck; aye, my hearties all round; it was Moby Dick that dismasted me; Moby Dick that brought me to this dead stump I stand on now. Aye, aye," he shouted with a terrific, loud, animal sob, like that of a heart-stricken moose; "Aye, aye! it was that accursed white whale that razeed me; made a poor pegging lubber of me for ever and a day!" Then tossing both arms, with measureless imprecations he shouted out: "Aye, aye! and I'll chase him round Good Hope, and round the Horn, and round the Norway Maelstrom, and round perdition's flames before I give him up. And this is what ye have shipped for, men! to chase that white whale on both sides of land, and over all sides of earth, till he spouts black blood and rolls fin out. What say ye, men, will ye splice hands on it, now? I think ye do look brave."

De nuevo, con Ahab estamos de nuevo ante un héroe byroniano, de esos que atraen y repelen, de los que queremos saber más pero de puntillas, de los que ejercen la fascinación del miedo, de lo desconocido. Al final su comportamiento y reflexiones tienen mucho en común con un psicótico con ideas delirantes.. o no? Sus soliloquios son entonces magníficos: llega a puntos de lucidez en los que se pregunta porqué está haciendo esto, porqué esta carrera frenética en pos de la ballena, cuando sabe que va a llevar a la muerte no solo a él, sino a una tripulación entera, y que va a dejar viuda a su esposa con su niño (cosa que parece tener asumido desde que deja tierra firme). Todo esto lo sabe en esos momentos de lucidez, pero le da igual. Y esa obsesión, esa fijación se experimenta aún hoy en día, en tierra firme, mas de 150 años tras la publicación del libro. Qué es lo q lleva a un hombre a perder así la cabeza?

"Here’s food for thought, had Ahab time to think; but Ahab never thinks; he only feels, feels, feels; that’s tingling enough for mortal man! To think’s audacity. God only has that right and privilege. Thinking is, or ought to be, a coolness and a calmness; and our poor hearts throb, and our poor brains beat too much for that".

Aquí nos da Melville alguna pista: Ahab no piensa, solo siente, siente, siente. Hubiera sido distinto si se hubiera parado a pensar? Por que una pasión irracional ha movido y seguirá moviendo a lectores durante los siglos? Es que es el arte el único espacio en el que tenemos permitido dejarnos llevar?

"What is it, what nameless, inscrutable, unearthly thing is it; what cozening, hidden lord and master, and cruel, remorseless emperor commands me; that against all natural lovings and longings, I so keep pushing, and crowding, and jamming myself on all the time; recklessly making me ready to do what in my own proper, natural heart, I durst not so much as dare?"

Qué es eso sin nombre que mueve la novela? Ese algo es la pasión de Melville que hace que, incluso alguien al que no le interesan las ballenas (no es mi caso, siempre me han fascinado) se sienta en medio del mar abierto, enfrentándote a la nada blanca: el blanco como horror ya lo describió Poe en la Narrative of Arthur Gordon Pym (1838) y Melville le dedica todo un capítulo, "The whiteness of the whale". Pero en la lectura, no te importa su carácter enciclopédico ni las descripciones exhaustivas de las ballenas y de las técnicas que se utilizan para matarlas, sacarles el aceite, los tipos de arpones, de cuerdas. Porque, como todos los grandes libros, habla de una pasión universal, y como todos los grandes personajes, encontramos puntos de identificación. 

Dormir? para qué? La pasión de Ahab es la mía

"Sleep? That bed is a coffin, and those are winding sheets. I do not sleep, I die!"

13 octubre 2010

Pintando algo

He añadido a mi vida rutinaria un ritual de restauración matutino que me ocupa unos minutos preciosos todos los días. Queridos blogueros, desde hace unos días me pinto, vamos que me acicalo y uso cosas que tenía olvidadas o ignoraba que existían.

Todo ha sido consecuencia de la limpieza y batida que le hice al cuarto de baño. Me puse manos a la obra y lo ordené todo. Me quedé como nueva, controlando todo, dando a cada cosa su espacio. Descubrí que tengo geles como para todo el año, en cambio de suavizante del pelo ando fatal. También se me acumulan las cremas de cuerpo (body milk) por la falta de tiempo de echarme. Ya sabía que tenía muchos neceseres y bolsitas de todos los tamaños, pero lo que no me esperaba era "un arsenal de l´oreal".  Cual fue mi sorpresa al descubrir que tenía, en sitios diferentes, artefactos diversos susceptibles de empleos faciales que, en su conjunto, llenaban una caja de zapatos. Eso sin contar los que por su estado defectuoso o simplemente dudoso, lancé a la basura.

Diva, la de antes, la que no se maquillaba, compraba en ocasiones contadas utensilios destinados a resaltar la belleza natural que de por sí tiene. Terminada la ocasión y apagado el fuego, abandonaba en cualquier cajón, neceser o bolsita el eyeliner, máscara de ojos o lápiz de labios, donde por lo general pasaban al olvido, caducaban o se secaban volviéndose inútiles. Cuando lo volvía a necesitar, como no lo encontraba, volvía a comprar. Otras veces, estos utensilios llegaban a ella vía la compra de un perfume o colonía: que si te doy unas muestras, que si trae de regalo un colorete... y Diva los archivaba en algún lugar dónde Nina no los encontrara y por ende Diva tampoco.

Así, al ver la caja llena de productos diversos, decidí que había que darles una utilidad. Dicho y hecho. Al día siguiente me pinté. No mucho, pero un poco "tocada" que dice mi madre "que se está mejor".

El problema ha surgido como consecuencia de que todo el mundo me dijera lo favorecida que estaba, lo guapísima, los ojazos que tengo y perlas por el estilo que no diré para no despertar la envidia de mis lectoras femeninas. Así que, o bien yo antes estaba fatal o bien he heredado, aprendido, se me ha revelado, un don para usar mi cara como lienzo y dar rienda suelta a mi imaginación que desde luego antes no tenía. Como a pesar de ser Diva, soy realista, me inclino más por la primera opción: Antes debía de estar fatal.

Así que ahora no salgo sin darle a la brocha gorda. Por si acaso.

12 octubre 2010

Aprenda "Line dancing" en un divague

Es lo que tiene dejar a tu hija con tu madre: pasan un par de días juntas y, cuando te la devuelven Mini canta: "mama maría, ma-ma-ma, mama maría". Mamma María? Ricchi e Poveri, 1982? Sí, se confirma.

Así que al regresar a Londinium le damos al youtube. Y ahí están, la banda italiana de los 80, con sus hombreras y pelos atacados cantando el cantito, pero, un momento... en las recomendaciones de la derecha, el siguiente vídeo (necesario ver un trozo para ilustrar el resto del divague):



Para quien aún esté aquí, para quien no esté llamando a una ambulancia, pero sobre todo para los que se hallen en pleno estudio antropológico de los participantes, os cuento que esto es  "Line Dancing". Existe en la península? Yo nunca lo he visto. Pero al llegar a este país, sufrí, sin yo quererlo, una inmersión salvaje a estos bailes locales.

Siempre me han gustado los bailes de salón. Prestaría mi alma al diablo por poder bailar como esas parejas que dominan el vals, el tango (este sería mi absoluto número uno), el rock & roll (acrobático, of course). Nunca había ido a ningún curso hasta llegar al UK: entonces vivíamos en alojamiento proporcionado por mi trabajo, en una especie de "total institution" donde había poca relación con el mundo exterior. Todo era muy endogámico: fiestas, lavadora, tele comunitaria. Pero los Pedalistas, en uno de sus paseos fuera de la Institution descubrieron un antro de "bailes de salón". El Peda pasaba ampliamente: le interesaba más el equipo de rugby que entrenaba en uno de los campos cercanos (a mí tampoco me hubieran importado celebrar los éxitos del equipo), pero al final aceptó a reganiadientes a que nos enrolásemos en "Ballroom dancing: absolute beginners".

Se aprendían basicamente tres ritmos: el vals, el foxtrot y un tercero que no somos capaces de recordar ninguno de los dos. El tema resultó un fracaso estrepitoso: enseguida quedó claro que el Pedalista era el amo de la pista (viva el pareado) y mi coordinación psicomotriz dejaba bastante que desear. A mí, Di, la amante de la música, el cante y el baile se me daba mal el baile de salón! Y el Peda, que no sabe repetir una melodía nada más de terminar de oírla, se hizo el amo del salón! Ni que decir tiene que yo intentaba siempre hacerme con el profe, que rotaba entre los asistentes para que mejorásemos algún punto por afianzar. Pero es que conmigo no había nada que afianzar.

Nuestros amigos Inaki y Marisa vinieron a pasar unos días con nosotros y, en lugar de irse de paseo, optaron libremente (insisto) en sentarse en una esquina del gimnasio a ver la clase. Si se quiere echar unas risas con Inaki y Marisa no hay más que mencionar las clases de baile en aquel pueblo perdido del norte de Inglaterra. Para Inaki el Peda no era sólo el amo, sino "el puto amo", y Marisa identificó a uno de los alumnos como el inglés de "Astérix en Britania", ese que tenía los dientes salidos y elevaba una taza de té peligrosamente a punto de colisionar con ellos. El tipo se lo tomaba muy en serio, como todos los demás. Solo los Pedalistas parecían estar en un continuo estado de obcecación y cachondeo general.

Un día, y mi mente ha obliterado este recuerdo supongo que sabiamente, me ví en una clase de "Line Dancing" (véase vídeo arriba). Como digo, no recuerdo los detalles pero el caso es que me presenté un día en el gimnasio con mis mallas y deportivas dispuesta a seguir a la gente que hacía lo de arriba. De nuevo, Di, estamos ante un claro ejemplo de persona desconocera totalmente de sus limitaciones, sin ninguna introspección en su condición, que hoy califico como dispraxia severa. Lo unico terapeútico del tema es lo que me estoy riendo sólo de teclear este divague: me veo tropezando, interfiriendo, siendo una absoluta pesadez para las pobres muujeres cincuentonas (grupo target) que iban perfectamente sincronizadas bailando hits tipo el "Mamma María" con sus faldas a media pierna.

Inasequible al desaliento, arrastré al Pedalista a clases de tango en Bueno Aires. Mejor lo cuento en otro divague.