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30 diciembre 2009

Los libros prohibidos


Como ya se ha comentado (o se comentará, quien sabe) en otra entrada de DD (DivagandoDivagando), los primeros devaneos de Di con Freud ocurrieron en 2º de BUP. Tenía por aquella época un amigo que acababa de empezar Filosofía y Letras y había oído campanas: Freud, Fassbinder, Trotsky. Di, ni corta ni perezosa se compró "Psicología de las masas", que editaba Alianza Editorial. Una amiga, que iba al instituto la puso sobre aviso: uno de los profesores había dicho que "había que estar muy preparado para leer a Freud". Por supuesto, las monjas nunca habían mencionado a Freud, y de alguna manera Di sabía que no era Kosher. Luego siguieron "Psicopatología de la vida cotidiana" y el libro de cabecera "Introducción al psicoanálisis" (qué dolor). Una vez se lo comentó a la monja del grupo de confirmación, y tras tragar saliva varias veces, le dijo que se iría a pensarlo. Una semana después, en un rincón con un cuadro de San Pompilio como único alidado, la Madre (sí, no eran sores ni hermanas, eran Madres) aconsejó "si es que tanto te gusta la psicología" un libro titulado "El hombre en busca de sentido".

Pero Di ya iba por mal camino. Gracias a su amigo el aprendiz de filósofo, había leído "El retrato del artista adolescente" y algunas de las dudas de Stephen Dedalus fueron comentadas seguro con el pobre Padre Bonifacio. "Está el Padre Bonifacio para confesar, el Padre Bonifacio", decía el altavoz enmedio de clase. Entonces, las que querían, levantaban la mano y se iban a la capilla, perdiéndose ciencias, matemáticas, hogar (con suerte)... lo que fuera, daba igual. Lo importante era confesar. Era el Padre Bonifacio un confesor de EGB, BUP se le quedaba grande. O por lo menos esa fue mi impresión en 2º, tras plantearle mis escarceos con Joyce.

Pero aún así, nada en comparación con aquel cura de La Regenta que, desbordado por la complejidad de Ana Ozores, se la "pasa" al Magistral, Fermín de Pas. No hubo Fermín de Pas en mi colegio (una pena), pero es que ni siquiera hubo La Regenta. Y sí, estudiábamos literatura, y claro que vimos Clarín, pero así como se leyeron muchos otros de los clásicos españoles, éste ni lo tocamos. Di lo entendió muchos años más tarde cuando, con precisamente la misma edad que Ana ozores, leyó La Regenta. ¡Pobres Madres! ¡Qué decisión tan terrible! ¿Privar a todas estas adolescentes de una de las mejores novelas españolas? ¿Dejarles atisbar un triángulo amoroso-sexual de lo más complejo? Ante la duda: seamos avestruces.

Uno de los muchos errores de juventud de Di fue hacer Ciencias cuando su corazón era claramente de Letras. En los descansos de las noches de Física de COU, Di leía los libros que los de letras tenían que leer. "Tiempo de silencio", "La familia de Pascual Duarte", y, muy especialmente "San Manuel Bueno, Mártir". Di tenía por entonces unos amigos que asistían a un colegio regentado por una secta ultraderechitas católica, en la que era dominio público que aquel libro había sido censurado.

Muy inteligentes, los ideólogos de esta secta: no hay como ponerle a un libro el adjetivo de "prohibido" para que cualquier alumno de COU se haga con él.

Los libros prohibidos, qué pena que ya no hay más.

3 comentarios:

  1. En mi cole, los libros prohibidos que entraban en temario de COU, para que no los leyéramos y nos corrompieran, nos los daban resumidos previa censura. Así nos fue en filosofía de selectividad...
    Recuerdo una seño de Literatura que nos pasaba, creo que era, "Luces de Bohemia" en video y tenía controlado por los números del reproductor cuando había alguna escena desaconsejable. Entonces le daba al FFW y la pasaba para que no hiriera nuestras inocentes conciencias...
    Si por un casual se le escapaba y oíamos algo mal sonante, todas proferíamos una serie de grititos de escándalo que la ponían histérica.
    Por supuesto que nosotras que ya habíamos leído el libro entero, le preguntábamos con alma y voz cándida: "Señoooo, ¿por qué lo pasa tan rápidooooo? ¿Que ocurre con la chicaaaaa? ¿Qué significa meretriz? ja, ja, ja....

    Que tiempos... Gracias Di por recordármelos

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  2. Buena y sabrosa entrada.

    ¡Tiempos!

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  3. Gracias Diva y Suso (bienvenido a DD!!).

    Lo del vídeo es de relato: escríbelo Diva. Nuestra monja nos ponía discos de una actriz (¿la Espert? no recuerdo quién) recitando a Sta. Teresa de Jesús... "Y causa en mí TAL PASIÓN/ver a Dios mi prisionero/que muero porque no muero". He de admitir que me gustaba, la fuerza de ese "TAL PASIÓN" era todo menos monjil.

    Besos y gracias por estar ahí,

    Di

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